Una preciosa cobayita tricolor de pelo corto, que a pesar de tener mucho carácter, estaba tan a gusto con su dueño que llegaba a quedarse casi dormida en sus brazos mientras la acariciaba.
No la gustaba nada que nadie metiese la mano en su jaula, era una hembrita de armas tomar. Pero a la hora de la verdad...caía rendida en brazos de su dueño.
(Enviado por Sergio)
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